¿Por qué hay que creer en la magia?

Llámalo como quieras. Llámalo magia, destino, suerte, Dios o universo. Llámalo creencia o coincidencia, llámalo ciencia o llámalo filosofía. Detrás de todos estos nombres hay una cosa cierta y es que hay circunstancias que se nos escapan y son tan numerosas que a veces da vértigo enfrentarse a ellas, por eso aparecen las supersticiones y las creencias, las fuerzas sobrenaturales, los dioses lares y las demás religiones.
Es una realidad que es necesario creer en algo. Cuando cualquier persona se encuentra en el pozo, en la mayoría de las ocasiones, ha dejado de creer en todo y eso no es una coincidencia. Las malas experiencias, las que nos pierden entre la tristeza y la desesperación, nos hacen dejar de creer en nuestros principios, sean los que sean.
Cada uno se hace sus cábalas de como funciona el universo y de cual es su lugar en él. Cuando caemos hondo es cuando dejamos de creer en ese orden. Los religiosos dejan de creer que Dios les está mirando o incluso dejan de creer en que el propio Dios exista. Su fe, en ocasiones, se hace más fuerte y renace con más fuerza de estas crisis. Los que creen en la razón y en el progreso dejan de creer que un mundo mejor sea posible y se abandonan a la creencia de que la humanidad está condenada a pudrirse en la mierda. Hay un ejemplo para cada creencia porque todos, incluso los que piensan que no tienen creencias, tienen una. Los que creen en el destino, por nombrar alguno, cuando caen en el pozo piensan que su destino es negativo y que no pueden hacer nada por evitarlo. Los que creen en la suerte, en cambio, piensan que su estrella les a abandonado y que la diosa Fortuna no les volverá a sonreír. Los que creen en el amor directamente dejan de creer que éste exista.
Yo creo que todas las creencias tienen que ver con el amor. La iglesia nos dice que Dios es amor y aunque yo no crea en Dios sino en los átomos es cierto que el Universo se empecina en crear vida a partir de los elementos y eso tiene algún componente amoroso e incluso, porqué no, poético; la creencia en uno mismo es un amor hacia nosotros y hacia nuestros pasos, la creencia en la Razón es la creencia en un mundo mejor, la creencia en el destino (en el bueno) es la creencia de que el universo nos va a tratar bien y de que si viene algo malo es porque tendrá que venir algo mejor después. El amor es el centro de toda creencia por diversas que éstas sean y cuando dejamos de creer en llamémoslo "x", es porque hemos dejando de creer en el amor.
Pero ¿por qué es necesario creer? Pues porque cuando uno cree que el día de mañana puede ser mejor tiene muchas más posibilidades de que sea mejor que si no lo cree. Porque cuando uno cree en sus posibilidades éstas se acabarán abriendo paso en su vida. Porque cuando uno cree en su suerte la suerte acaba llegando pues gracias a sus creencias se rodeará de oportunidades que llevarán hacia sus sueños. Creer es soñar para luego hacerlo realidad, y eso, un sueño que se hace realidad, es magia.
Si no creyésemos en la magia nos volveríamos locos y el que no crea es que no tiene nada dentro. Sólo tripas y un corazón que bombea sangre. De todas maneras no creo que no haya ni una sola persona que no tenga nada dentro, todos tenemos magia.
Animo a todo el mundo a creer pues la creencia en algo es el principio para que se haga realidad... y por algo se empieza.

Comentarios

  1. " Dame a un hombre que no sea esclavo de sus pasiones y lo colocaré en el centro de mi corazón, ay! en el corazón de mi corazón. Como hago contigo. " Hamlet

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