A la señora Cospedal y al señor Simancas


Hoy mismo dando un repaso a la prensa diaria he leído un artículo en el que la señora Cospedal carga contra el resto de partidos por, según dice, inculcar violencia y agresividad a los jóvenes. Querida señora de Cospedal, su estupidez roza ya el absurdo, como la estupidez de los grupos parlamentarios mayoritarios, ya sean PSOE, PP o CIU en Cataluña. No tienen ustedes ni pajolera idea de lo que está pasando en la calle. Todavía, cuatro años después de que comenzase el hundimiento, ustedes no saben qué es lo que pasa en las calles que gobiernan. Pues bien, se lo voy a explicar.

A mí, al igual que a ningún joven o senior español, no me hace falta que ningún grupo político de la oposición me inculque violencia ni agresividad. La violencia y la agresividad nos la inculcan ustedes desde el gobierno con sus medidas y escándalos semana a semana. Primero fueron sus promesas electorales convertidas en mentiras. Las subidas de impuestos, el rescate a la banca con nuestro dinero (o lo que es lo mismo, meter la mano en saco público y robarnos millones de euros a los ciudadanos), la criminalización de las manifestaciones, la pasividad política ante los desahucios, la privatización de la sanidad pública (que suena a poco, prefiero decir que carecen tanto de escrúpulos y que son tan ruines que están haciendo ustedes negocio con la vida de los enfermos), también la corrupción, los injustos EREs, la congelación de sueldos públicos y los tasazos en justicia y educación (o lo que es lo mismo, la dificultad del acceso a un juicio justo o a los estudios superiores para la mayoría de los españoles).

La violencia y la agresividad ya la tengo dentro señora Cospedal, y no hace falta que aparezca usted como garante del civismo, la paz y el orden social. Si esto estalla, no le quepa duda, será por la culpa de su gobierno y por la culpa del que vino antes que el suyo. Porque el señor Simancas rápido ha saltado a la palestra a defenderse. Señor Simancas, el incompetente gobierno de su querido Zapatero ya nos metió en el cuerpo bastantes ganas de salir a la calle a quemar todo lo que pilláramos por el camino y si no lo hicimos es porque los únicos garantes de la paz social y el civismo somos nosotros mismos, los ciudadanos (a ustedes no les considero ciudadanos, sino opresores de ciudadanos). En nuestras casas de gente trabajadora nos educaron mucho mejor que a ustedes, nuestros gobernantes, educados en una especie de caciquismo sectorial donde el poder el la meta. Si la paz social se mantiene es porque todavía nos queda algo de sentido común a pesar de que os esforcéis en quitárnoslo. Y me refiero al señor Simancas porque su partido ya nos hizo montar en cólera con medidas que se colocaban en las antípodas del socialismo. Como votantes socialista me enfadé y mucho y ya pueden esperar sentados mi voto, que no llegará de nuevo porque me sentí traicionado. Nos deleitaron los "socialistas" por aquel entonces con la bajada de los sueldos públicos y la congelación de las pensiones entre otras muchas medidas antisociales (solo espero que los votantes del PP se sientan igual de traicionados que yo me sentí entonces).

Por tanto, señora Cospedal y señor Simancas, si no salgo y no salimos cada día a quemar cajeros, es por el civismo que nos han inculcado en casa. Si nuestra paciencia no acaba y no vamos a plantar nuestros nudillos en sus caras es porque tenemos más educación y más conciencia de la que ustedes podrán presumir jamás. Pero si un día esto sucede, señora Cospedal y señor Simancas, que sepan que ningún partido de la oposición nos inculcó violencia. No se esfuercen ustedes en echarse las culpas los unos a los otros como siempre hacen porque nos provocan carcajadas y ascos a partes iguales. La culpa es suya, directamente de los gobiernos, y si esto estalla ustedes se lo habrán buscado.

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