El 15-M dos años después

"Lo hicieron porque no sabían que era imposible". Anónimo.

Ayer hizo dos años de la experiencia política más intensa y verdadera de la vida de muchos ciudadanos que creciendo en democracia nunca la habían experimentado. ¿Pero se puede vivir en una democracia y no experimentarla? El 15M, para bien, nos enseñó que sí.
Por aquel entonces los medios de comunicación de masas y sobre todo la derecha lo quisieron vender como un movimiento de perro-flautas pero el tiempo les ha hecho tragarse sus palabras. Es lo que siempre le pasa a la derecha de este país, el tiempo les acaba poniendo en su sitio -no olvidemos que el PP ya ha perdido el 50% del apoyo de su electorado en su pésima gestión de la crisis-.
El 15M significó, salvando todas las distancias, en volver a un tipo de democracia participativa que no se daba desde hacía mucho, quizá desde la Grecia de Alejandro Magno. Cuando el gran Alejandro reunió a sus tropas para anunciarles que seguirían adelante en sus conquistas por la India empezaron a sonar voces de disensión entre el ejército. Porque el ejército decidía en asamblea y cualquier soldado, ciudadano de pleno derecho, tenía que ser escuchado en las reuniones realizadas por la tropa. Aquel día fueron muchos los que estaban ya cansados de seguir y seguir hacia el este. Querían volver a casa, a su Macedonia natal donde sus mujeres e hijos les esperaban desde hacía muchos años. Allí las voces de los ciudadanos, pues servir en el ejército era un honor reservado para ellos, se alzaron sobre la decisión de Alejandro de continuar. Todos al unísono le dijeron que querían volver a casa, que estaban hartos, que habían llegado muy lejos y no tenían fuerzas para seguir. Y su rey lo aceptó porque el sistema era así. Así pues esos soldados tenían más poder de decisión en la Grecia de Alejandro que nosotros en nuestra "sana y próspera" democracia.
Hace dos años hubo ciudadanos que vieron en el movimiento Indignado algo radical pero hoy esas críticas se han tornado en un respetuoso silencio que dice más de lo que calla. El PP se ha quitado ya la máscara y los que antes parecíamos unos radicales ahora somos, incluso ante los medios, la simpática voz de la cordura y de la conciencia. Porque en el 15M no se pidió nada del otro mundo sino que fue un movimiento cívico -con todo lo que implica el adjetivo- que pidió cosas muy simples pero muy importantes:
-Listas abiertas para votar al político y no al partido.
-Democracia más participativa.
-Reforma de la Ley Hipotecaria que aprobara la dación en pago.
-Cumplimiento de los preceptos básicos constitucionales -igualdad, vivienda...-
-Sanidad pública y Educación pública y laica.
-Lucha contra la corrupción.
Son sólo algunas de las medidas que se reclamaban. Medidas cívicas, no de izquierdas ni de derechas. Medidas que sólo podían traer limpieza a un sistema democrático que se está muriendo por dejadez política.
Lo que venía a decir el movimiento 15M era que los culpables de la crisis no éramos nosotros, los ciudadanos de a pie, sino la clase financiera, los bancos, las grandes multinacionales con verdadero poder para hacer cosas buenas por la sociedad y los políticos. Ellos eran los responsables y lo siguen siendo.
Formé parte activa del movimiento de los Indignados y estoy muy orgulloso de ello. Porque creo en la democracia como sistema válido para la convivencia de las sociedades. El 15M significó un antes y un después a la hora de concebir la democracia y su participación en ella. Le faltó cuajar organizativamente y en el tiempo. Tener un núcleo y hacerse poderoso fue lo que le hizo morir de éxito pero hoy vemos políticos -estoy pensando en Alberto Garzón- que han salido de su cantera y de los que se espera y pueden dar mucho. Personas que ya han imaginado un cambio, un mundo mejor y más justo. Para eso sirvió el 15M, que fue el comienzo del fin para el capitalismo. Y comenzó en Madrid, en Sol, y eso es algo que me hace sonreír mucho.
Un ejemplo histórico es que en occidente el sistema socio-económico que significó el imperio romano tardó en caer siglos pero al final el esclavismo como relación socio-laboral acabó y así llegó el feudalismo, otro sistema diferente que sólo murió a manos del capitalismo hace unos siglos. Hoy vemos como el capitalismo ha colapsado y seguramente todavía le queden algunos siglos de vida pero comenzó a morir hace dos años y el germen fue AcampadaSol. A los ojos del que no ve más allá de sus narices no conseguimos nada pero a ojos de la Historia sin duda el 15M será el comienzo de algo nuevo que está por llegar. Algo nuevo y mejor, porque las crisis, si algo bueno tienen, es que se prestan a los mayores cambios en la sociedad.

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