Pequeña poesía del recuerdo cautiva
Me
entristecen los finales infelices
Me
entristece el no luchar de la sociedad
Me da
ansia aquello que pensé y que no hice
Me da
arcadas la maldad
Me
entristezco si me despojo
De los
despojos de sobriedad
Me da
pánico el ojo por ojo
Que tarde
o temprano vendrá
Me
asquea el humo de los coches
La
contaminación lumínica de mi ciudad
El no
acariciarte por las noches
Y la
soledad que viene y va
Me
marea el agridulce silencio y el recuerdo amargo
Sabe
salada tu lágrima dura
Me
cansa el camino largo
Para los
poetas de mirada pura
Me
queda la sempiterna ciudad
Un
museo rodeado de un mural antinatural
Vida
perra, calor y nocturnidad
Gran catástrofe de metástasis mundial.
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