Me dispongo a vivir si ti

Hoy tengo que declarar mi platónico e incondicional amor por L ¿Quién es L? Sinceramente no lo sé; sólo sé que ha de tener 17 años, 18 a lo sumo, y que lee a Bécquer, Benedetti y Neruda, aquellos maestros que yo leía también a su edad. L cuelga sus vídeos en youtube leyendo lo que escribe. Allí habla en lenguaje poético sobre el alma, el amor, el corazón y la vida con una voz que atraviesa almas. Y me ha rejuvenecido. Gracias L.

Aquí un vídeo suyo y una de sus frases.

"Os pido a vosotras que os levantéis las faldas y a vosotros que os desabrochéis la camisa y empecéis a bailar. 
Que no os duelan los pies de tanto andar por las piedras sino de dejaros el alma en cada acorde de música. 
Espero que desees como desean los animales y que ames como ama el más imperfecto humano".

Por seguro creo que perder el amor, perderse por amor, matarse por amor, es lo más doloroso que un alma pueda soportar. Ahora sé que las almas mueren por amor, porque la mía murió. Y también sé que resucitan (muy poco a poco).

Tengo por seguro que perseguir el amor que no te persigue no lleva a ninguna parte. Al abismo quizá pero allí nadie quiere volver. El amor, en cambio, es un camino de doble sentido en el que te cruzas con x o con y. Sin embargo cuando persigues a alguien que ha abandonado el camino acabas volviéndote loco. Hace más de 20 meses que no la tengo y no me avergüenza escribir de vez en cuando sobre ella. Las culpas las ha destilado el tiempo, las mentiras para no hacer daño, si las hubo, estuvieron bien dichas y las verdades que hirieron pudieron pudrirse antes de ser mencionadas en el olvido que se lleva el viento. Además, todo lo escrito y que nos dolió debió ser quemado antes de ser leído.

Han pasado más de 20 meses y algunos cambios se han producido. Mucha culpa la tiene L que ha acelerado unas ganas de escribir voraces y una cura plagada de montañas que subir y ríos que nadar. L me ha recordado la poesía romántica, los tiempos en los que escribía sin prestarle atención a la métrica o al ritmo o a la rima. Ahora que el soneto se había convertido en una bella regla que encorsetaba un alma calva creo que de nuevo me volveré a soltar la melena. L me ha recordado algunas cosas importantes y me he dicho (como ella dice), joder, con 17 yo era igual que ella y, fíjense, con 27 años descubro que sigo siendo el mismo, con las mismas dudas y los mismos miedos (pero con algunas diferencias). Ahora soy más viejo y un poquito más sabio, tengo un alma que murió y que ha resucitado, dejé de creer en el amor pero los versos volvieron a ser bellos.

La frescura de L me ha rejuvenecido y ¿sabéis por qué? Porque yo, triste de mí, no recordaba el camino de la palabra felicidad (aquel que nos pertenece por derecho; aquel que es el nuestro y no el de otro). Yo pensaba, erróneamente, que el camino de la palabra felicidad era ella y sólo ella. Y la he perseguido durante dos años olvidándome de mí mismo. Y cuando perdí su pista comencé a andar su camino y sus pasos y sus huellas para ver si me llevaban hasta ella. Y sólo encontré más interrogantes y un vacío abismal. Sólo vacío. Me equivoqué porque cada uno tenemos nuestro propio camino. La perseguí para encontrar respuestas a demasiados interrogantes y copié sus pasos pero no eran los míos. Al final acabé soñando cada noche con ella y aceptando los sueños por respuesta.

L, que es como yo hace diez años, me ha recordado mis pasos. Los pasos de la bohemia, los de reír hasta llorar o los de llorar hasta reír, los de escribir sin métrica, los del amor que se aleja del orden, los del desorden que se aleja de la perfección, los del romanticismo como estilo de vida. Y ya no persigo más un triunfo en cuadriga que me haga pasar bajo el arco de Constantino para ver si así la enamoro de nuevo. Ahora ya no persigo ser como ella para que se fije de nuevo en mí. Ahora ya no quiero ni dinero, ni profesión, ni fama. Puedo quererla a ella pero antes he de quererme a mí. He de andar mi camino, he de perseguirme y encontrarme; y cuando lo haga abrazarme y no soltarme nunca más como hace tiempo hice.

Hace ya dos años que se fue y que empecé a perseguir un espejismo que creí ser yo. En realidad era su reflejo lo que perseguía, pero no me he dado cuenda de que no puedo llegar tan lejos en mi locura. No puedo traicionarme porque nunca fui un científico, siempre fui un bohemio. Ahora estoy entre nervioso y emocionado escribiendo, porque creo que después de tanto tiempo me estoy volviendo a encontrar y creo que L, con sus letras, me ha empujado al precipicio y he conseguido no estrellarme contra el fondo del barranco alzando el vuelo. Hoy tengo la certeza, de nuevo, de saber cual es mi camino (y pienso recorrerlo). Es el que se aleja de las certezas y se envuelve en el desorden, es el que recorre el bosque bajo la maleza y araña, es el que se aleja de la economía, de lo que está aceptado y del orden rancio, de la arrogancia y de la apariencia.

Aunque hayan pasado dos años no puedo dejar de quererla, no puedo dejar de quererte, y no puedo dejar de hacerlo porque se aleja de mi filosofía, de mi forma de ser y de mi manera de entender lo infinito y el amor. No me puedo alejar de la idea de querer tenerla para siempre pero lo que no puedo seguir haciendo es alejarme de mí. No puedo traicionarme (y ya se que nadie me lo pidió, pero yo lo hice). NO puedo dejarme en la cuneta y vivir otra vida al ritmo que me marcan otros. Así que esto es un canto a algo que he comprendido bien y que digo muy alto.

He recordado que siguiendo mi camino volveré a encontrar el amor porque el amor es un lugar donde convergen dos personas que se cruzan sin querer, dos personas que van andando en direcciones opuestas y cuyas miradas se entrelazan y ya no se sueltan. Yo juro que andaré mi camino, y sólo el mío. Juro que seré valiente para no volver a abandonarlo ahora que lo he encontrado de nuevo. Puede ser que la vuelva a ver andando por su vereda algún día, pero eso es algo que sólo el destino, Dios, sabe si sucederá. ME dispongo a vivir sin TI, a despegar como si nunca te hubiese conocido, sólo para ver que pasa la próxima vez que te vea, si es que hay una próxima vez.

Comentarios

Entradas populares