Putos vídeos de motivación

Me repetía que el libro era más importante que mi vida, afirma Knausgard en su entrevista para el diario El País. Sin duda que esta entrevista es de lo mejor que he leído a lo largo de este año. Me sorprende y me aterra observar como el hombre sacrifica su vida por conseguir la inmortalidad. Lo resume muy bien Máximo Décimo Meridio en la película Gladiator cuando afirma que "lo que hacemos en la vida tiene su eco en la eternidad", y eso es algo muy importante, tanto como que es una manera de enfrentarse a este tiempo que tenemos de vacaciones y que algunos llaman vida.

A veces me pregunto si merece la pena gastar el tiempo que se nos ha dado en intentar hacer cosas eternas en vez de en vivir plácidamente tirado a la bartola (diría le Robe de Extremoduro vivir como animal que no se altera, tumbado al sol lamiéndose la breva)... Pero lo eterno tiene un precio, lo eterno son ora los versos de Garcilaso, ora la física de Newton; ora los inventos de Leonardo, ora la filosofía de Platón; ora el arte de Miguel Angel, ora la escultura de Bernini. Esa es la eternidad, lo que te sobrevive cuando mueres y cuanto más te sobreviva y más se recuerde más grande y eterno será. Tu nombre grabado en libros y en piedra, en letras imborrables en la Historia de la humanidad. Y eso lleva a muchos sacrificios, que se lo digan a Knausgard que harto de su vacío creativo se puso a escribir de una manera formidable sobre su propia vida, contando los entresijos de su existencia, hablando de su mujer, de sus hijos y contando todo lo que se le pasaba por la cabeza y toda situación que vivía, involucrando a todo su entorno en una obra ya eterna: 3600 páginas, dicen que exquisitas, de su propia vida. El nuevo Proust remarcan algunos. Y el hombre ahora se atormenta preguntándose si ha valido la pena contar su vida y exponer a sus allegados, y se contesta que sí pero en realidad ni él lo sabe. El remordimiento se huele en sus palabras.

Ser eterno cuesta mucho. Sólo pensar que Miguel Angel pintó la Capilla Sixtina obligado y a disgusto es algo que impresiona sobremanera. A Miguel Angel le gustaba esculpir y pintar fue algo, dicen, que nunca le agradó. Si pintó la Capilla Sixtina fue por encargo del papa de turno así pues su eternidad fue a disgusto, él no vivió la vida que quería pero fue eterno ¿Merece eso la pena?

Así nos sentimos todos un poco, entre hacer algo que sea importante y hacer algo que de verdad nos llene. Estamos entre llegar a lo que destaque y entre llegar a lo que amamos y en esa tesitura nos intentamos encontrar en el medio para no perder el equilibrio. Pero la tesitura es irreal ya que el medio no existe y podemos buscarnos en lo eterno pero no encontrarnos en la vida. Steve Jobs define muy bien donde nos tenemos que encontrar en este vídeo (vídeo toca pelotas donde los haya) que nos anima a conseguir lo eterno (sin explicarnos a todo lo que hay que renunciar para ello). El sacrificio, la vida de dedicación y de renuncia a todo lo demás.

A veces veo el camino que marca Steve Jobs y me acojona tanto que prefiero pensar en otra cosa; algo que me hace sentir muy cobarde. A veces creo que el camino del que nos habla Steve Jobs debe estar ahí para cada uno de nosotros, pero no todos tenemos los cojones de tomarlo, de hecho creo que muy pocos los tienen y, por supuesto, no es que me considere uno de entre ellos.

Lo que más me impresiona de este vídeo en el que sale el creador de Apple no es ver a Usain Bolt batiendo todos los récords humanos de velocidad en una pista de atletismo, sino ver al hombre que se lesiona y se levanta y sigue hasta la meta; eso me hace pensar que sin duda es esa, la perseverancia, la manera de llegar a lo eterno.

Comentarios

Entradas populares