La carta de Julia

¿Os acordáis de la historia de amor de Juan y Julia? Algunas personas me pidieron que la continuase porque querían saber qué pasaba con ellos. Hoy, rebuscando en los cajones, he encontrado la carta que Jualia envió cuando se fue a Londres:

Queridos Pablo, Mónica, Esther, Tomás y Rebeca:

Antes de nada, estoy bien, no os preocupéis. Ya sé que me he ido sin despedirme pero lo he pensado mucho y es mejor así. Ya me ha dicho mi padre que no paráis de llamarle para preguntar qué ha pasado y el porqué de esta huida tan repentina pero, tranquilos amores míos que yo os lo explico. Deciros que gracias por vuestras llamadas y vuestros correos, mi padre me informa, pero no tengo ni móvil, ni internet. Lo he dejado todo atrás (incluso a vosotros, pero pronto nos volveremos a ver).

A estas alturas ya sabréis que el motivo de que me haya ido ha sido el desamor, cómo acabó todo con Juan. Os juro que lo he intentado todo, que he intentado sonreír cada día y levantarme con ganas pero según van pasando las horas y se va acercando la noche mi ánimo pierde fuerzas y acabo siempre pensando en él. Eso me hace débil y, lo que es peor, no mejora. Cada día pienso en él y su recuerdo no me deja avanzar porque además soy tan tonta que me abrazo a él con fuerza.

Ya sé que han pasado seis meses desde que Juan y yo acabamos pero he descubierto en este tiempo que hay heridas que tardan mucho más en cerrar de lo que queremos y que hay cicatrices que no dejarán de doler nunca. Ha llegado un momento que he dicho basta porque era o desconectar o mi salud. Me he venido a Londres huyendo y no me avergüenza reconocerlo; aprovecharé para aprender inglés. 

Como ya habéis visto me he borrado de cada una de las malditas redes sociales que me enseñaban sus fotos, sus pensamientos y nuestros recuerdos. Necesito desconectar, empezar de cero, hacerme fuerte y grande como siempre y mataros a sonrisas de nuevo. Necesito no saber de él ni de nada ni nadie que me lo recuerde y necesito alejarme de ese dolor que, seguro, también siente él. He dejado hasta mi música en Madrid, los arpegios de Extremo me resultaban tan tristes y me recordaban tanto a él que no he querido que viajasen conmigo.

Ahora no tengo muchas fuerzas para escribir con esta llorera tan tonta que me caracteriza porque os echo mucho de menos pero sé que he hecho lo correcto viniéndome aquí. Al principio me costará pero sé que luego me resultará más fácil y sencillo.

Nos veremos cuando sienta que estoy preparada para volver. Decidle a Juan que respete mi partida y mi silencio y que no se preocupe por mi, que nada tengo contra él. No me llaméis, yo os escribiré... sabéis que nunca he hecho cosas normales así que no iba a empezar a hacerlas ahora :)
Os quiero!!! Mil millones de besos y gracias por estar ahí, en la distancia,
Julia.

Comentarios

Entradas populares