Silbar mientras un español jura o promete la Constitución

Antes de ayer asistí indignado a la apertura de las Cortes españolas delante de mi televisor. Se ha hablado mucho del niño de Carolina Bescansa, la cual tiene todo el derecho a amamantar a su hijo, porque tener dinero no significa que tengas que deshacerte de tu hijo en una guardería. Si ella tiene la suerte de poder amamantar a su hijo, ¿quién es nadie para quitarle esa suerte a una madre? Menos se ha hablado del señor Gómez de la Serna, ese hombre acusado de organización criminal entre otras muchas más acusaciones de corrupción, que se presentó a las elecciones generales con el PP y ahí está, de diputado en el Congreso.

Pero ayer lo que más me molestó fueron los silbidos, quejas, burlas y pataletas manifiestas cuando muchos diputados decidieron jurar o prometer la Constitución con una fórmula más larga. Eso demuestra lo que significa la Constitución española y lo que significa España para esa gente que silba y patalea.

Son 350 diputados y la fórmula para jurar/prometer era ponerse en pie cuando les nombraban y decir "sí, prometo" o "sí, juro". Pero ante un acto tan solemne para un diputado como es el de recoger su acta y jurar la Constitución, muchos decidieron hacer una frase más sentida, más poética y también más larga, para darle al acto la solemnidad que se merece. Este momento para un político se puede comparar al de un militar cuando jura la bandera.

No voy a entrar en el debate de si los diputados que eligieron una fórmula más larga deberían haberse quedado con la más corta, lo que está claro es que ante un acto de jura o promesa de la Constitución española, sea con frase corta o frase larga, no es admisible que otro diputado se ponga a silbar en ese mismo momento, ya que así está silbando a la Constitución y al sentimiento de muchos de sentirnos españoles. Ese acto de no mantenerse en riguroso silencio y respeto ante un igual que está realizando el que puede ser el acto más importante para un político, demuestra lo que esos que silban querían: Acabar pronto para irse a casita, puesto que la para ellos eso de la Constitución y de jurarla o prometerla es pura palabrería. Pues a los que prometieron solemnemente con sus frases largas les digo que gracias por hacer de ese momento un momento solemne. A los que silbaron mientras un español prometía o juraba la constitución les digo que no tienen el derecho ni el honor de llamarse ni de ser españoles.